Plantas carnívoras, pequeñas y extraordinarias

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Anonim
Las plantas carnívoras son inusuales y no son fáciles de cultivar en interiores. Sin embargo, con algunas precauciones y con los cuidados adecuados, pueden dar pequeñas satisfacciones.

Contenido procesado

  • Plantas carnívoras: formas fascinantes
  • La más conocida es Dionea muscipula
  • Otros tipos de plantas carnívoras
  • Las plantas carnívoras quieren un suelo ligero y siempre húmedo.

En el imaginario común, las plantas carnívoras siempre han fascinado a todos, grandes y pequeños, precisamente por su capacidad para atrapar y devorar mosquitos, mosquitos y moscas, en definitiva, todos los insectos que entran en la casa. Pero esto es solo una parte de la realidad. Las plantas carnívoras son plantas que, en la naturaleza, o en los lugares donde se originaron y viven sin necesidad de cuidados, complementan su "dieta" capturando insectos que se posan en sus tejidos: los digieren y asimilan parcialmente absorbiendo nutrientes (especialmente nitrógeno) que no pueden obtener de otra manera.

Plantas carnívoras: formas fascinantes

La forma de estas plantas es particular. Todos tienen algunas estructuras especialmente modificadas para capturar insectos: trampas de diferentes tipos, "snap", "ascidian" o "sticky". Se trata de estructuras generalmente vistosas, de colores vivos, que varían en tonalidades del verde al rojo y con glándulas especiales capaces de producir y emitir sustancias azucaradas muy bienvenidas por los insectos. Estos, atraídos y seducidos, se apoyan en las trampas y aquí, su destino está sellado. Una mezcla de enzimas digestivas actúa sobre el insecto capturado, descomponiendo su cuerpo: la planta es capaz de absorber los nutrientes que necesita.

La más conocida es Dionea muscipula

La planta carnívora más conocida es Dionaea muscipula, también conocida como "Venus atrapamoscas". Sus trampas "instantáneas" parecen bocas hambrientas que se abren y cierran cuando un insecto se inclina hacia ellas. Esto se debe a la presencia de pelos sensibles muy finos que, si se estimulan, activan el mecanismo de cierre inmediato de las dos válvulas, de las que la presa ya no podrá salir con vida. Dionaea muscipula es una planta sencilla y diminuta, caracterizada por una estructura en roseta. Sus hojas, modificadas en la punta para formar trampas, son de color verde brillante, con tonalidades que tienden al rojo cuando se exponen al sol. En el centro de la roseta, si la planta se cultiva en las condiciones adecuadas, emite un tallo floral de unos pocos centímetros de largo, al final del cual se abren pequeñas y discretas flores blancas.

Otros tipos de plantas carnívoras

Dionaea muscipula no es la única especie de planta carnívora; hay muchos otros, con diferentes tipos de estructuras y trampas.

Las especies pertenecientes al género Sarracenia, por ejemplo, están equipadas con trampas en forma de cono abiertas hacia arriba, mientras que las pertenecientes al género Nepenthes están equipadas con trampas en forma de copa conectadas a la planta por medio de un largo pedúnculo: en ambos los casos, se trata de trampas "ascidianas". Entre estas, las especies pertenecientes al género Darlingtonia tienen un aspecto divertido, con trampas en forma de pico curvo provistas de un par de bigotes. El género Cephalotus, en cambio, está equipado con trampas con cierre de “opérculo”, que se abre y se cierra según las condiciones climáticas.

Finalmente, las especies pertenecientes a los géneros Pinguicula y Drosera utilizan una estrategia de captura "pegajosa": sus tejidos, de hecho, contienen glándulas capaces de secretar una sustancia transparente y muy pegajosa. Los insectos que caen sobre ellos quedan pegados.

Las plantas carnívoras quieren un suelo ligero y siempre húmedo.

El cultivo de plantas carnívoras en casa no es fácil, ya que son plantas muy delicadas cuyas condiciones normales de cultivo no son comparables a las de nuestros hogares. Son, de hecho, autóctonos de zonas pantanosas o selvas tropicales, cálidas y húmedas, con luz intensa.

La ubicación ideal es frente a una ventana, en un alféizar orientado al sur.

Viven en un rango de temperatura entre 6-8 ° C (temperatura mínima) y 34-36 ° C (temperatura máxima); en verano es posible trasladarlos al exterior.

El suelo debe ser blando, compuesto de turba inerte mezclada con arena o perlita (a razón de ¾ de turba y ¼ de arena o perlita), y mantenerse siempre bien húmedo. Para mantener el grado de humedad adecuado, es bueno suministrar agua vertiéndola en el platillo (un par de centímetros de agua es suficiente), para que sea absorbida por capilaridad a través de los orificios de la base del tarro. El agua no debe ser demasiado calcárea: es mejor utilizar agua destilada o de lluvia, evitando el agua del grifo. El suministro de fertilizante no es necesario para estas plantas.