Un ramo de mimosa para el día de la mujer

Tabla de contenido:

Anonim
Recibir un ramo de mimosa siempre es un placer. Para que dure unos días más, lo ideal es introducirlo en una esponja y combinarlo con otras flores para hacer una composición sencilla que lleve todos los colores a la casa y la luz de la primavera esté ahora sobre nosotros.

Contenido procesado

  • Material necesario
  • Como lo haces
  • Como conservarlo

Material necesario

  • Ramitas de mimosa
  • 6 anémona coronaria roja (cuesta alrededor de 5 euros)
  • 1 rama de gypsophila blanca (velo de novia) (cuesta alrededor de 1 euro)
  • 1 tarro de color
  • 1 pieza de esponja de floristería, también usada previamente
  • 1 cinta amarilla de al menos 30 cm

Como lo haces

1- Después de humedecerlo, coloca la esponja en el tarro. Cortar las anémonas para que tengan tallos con una sola corola de unos 15-20 cm de altura e insertarlas en la esponja, ocupando la zona central, espaciadas aproximadamente un centímetro entre ellas. Oriéntelos para que las corolas miren hacia afuera para que, incluso al girar, la composición muestre siempre su mejor lado. Para mantenerlas recogidas para que las corolas queden juntas y no seduzcan, se unen con una cinta amarilla del mismo color que la mimosa colocada justo debajo de la mitad de la longitud de los tallos, formando un doble lazo decorativo.

2- Se cortará toda la ramificación compleja de la gypsophila para formar racimos que se colocan alrededor de las anémonas, dejando libre el anillo más externo de la esponja. El objetivo es crear un "punto de color" y no una nube blanca uniformemente dispersa.

3- Por último, colocar la mimosa que debe formar una masa rica pero ligera, casi plumosa, descomponiéndose hacia afuera y hacia abajo. Para lograr este efecto, no corte las inflorescencias en ramitas individuales sino bajo una bifurcación para que cada elemento se extienda de forma natural.

Como conservarlo

Humedece de nuevo la esponja y si quieres que esta composición dure mucho tiempo por la noche ciérrala en una bolsa de plástico transparente que no debe tocar las corolas de las anémonas. Por la mañana, abra y humedezca la esponja. De esta forma la mimosa se mantendrá durante mucho tiempo sin secarse , perder pétalos o ennegrecerse como suele ocurrir cuando se corta y se expone al aire. Las anémonas cierran al anochecer para reabrirse con la luz del día hasta que estén frescas y vitales.