Sacar la Navidad por la puerta principal, colgar una canasta o una decoración temática, es un clásico. Usualmente usamos ramas de pino, piñas y bolas de colores, fáciles de montar pero que no duran mucho.
Hemos pensado en una canasta con plantas vivas y que tendrá que quedarse como tal. Ésta no es una práctica generalizada, porque se cree que son difíciles de manejar; en realidad, unas cuantas precauciones son suficientes para mantener las plantas en macetas en invierno sin hacerlas sufrir durante dos o tres semanas. La gama vegetal de formas y colores nos ayuda a crear ricas combinaciones: basta con añadir algunas bolas navideñas y se creará la atmósfera adecuada.
Hemos elegido un cesto colgante especialmente bonito , con un diámetro de 35 cm, con una estructura de metal pintado de negro con lamas anchas, forrado con una estera de coco hecha a medida. La canasta cuelga gracias a las tres cadenas que se unen en un gancho final. El coste es de unos 17 euros por la estructura metálica y 6 euros por el forro de coco. Resistente y versátil, este objeto se puede usar todo el año, y para renovarlo basta con insertar un forro de tela de otro color o material.
NecesarioPara obtener un efecto completo, en una canasta con un diámetro tan grande es necesario colocar al menos tres plantas en macetas:
- un repollo ornamental blanco y verde, maceta de 12 cm, cuesta 3,50 euros,
- una skimmia, maceta de 10 cm, cuesta 6 euros,
- un osmanto espinoso blanco y verde, jarrón de 12 cm, cuesta 7,50 €.
- grandes conos de pino,
- ramas de hoja perenne de diferentes colores,
- bolas de navidad rojo claro,
- clips de floristería de plástico,
- una hoja de material plástico,
- material de calce (esponja, papel o plástico para enrollar).
Organizar las plantas
El primer paso es cubrir el interior de la fibra de coco con una lámina de material plástico, para evitar que se moje al regar las plantas. La hoja debe quedar un poco por debajo del borde para que no sea visible desde el exterior.
Antes de introducirlas, las plantas deben ser remojadas por inmersión para que durante al menos 10-12 días no sea necesario intervenir.
La primera planta que se colocará es la col ornamental. No debe colocarse verticalmente, sino con una inclinación de 45 ° para que sea visible hacia el exterior incluso cuando la canasta esté colgada más alta que el observador.
Para lograr este efecto, tendré que colocar un poco de material de calce debajo de la maceta que se necesita para mantenerlo en su lugar.
Detrás del repollo, coloque el osmanthus y la skimmia, en posición vertical porque su altura los hará claramente visibles. Destacan las plantas por los diferentes colores, uno verde con cogollos rojos, el otro blanco y crema, y por la forma contrastante (una con hojas ovaladas con margen completo, la otra con hojas espinosas y dentadas). El uno al otro.
El contorno
Una vez colocadas las plantas, es cuestión de rellenar y dar grosor a la composición añadiendo los elementos complementarios.
Primero colocamos ramitas de cedro de color verde claro que se descomprimirán suavemente hacia el exterior y, para que resalten, ramas de coníferas de color verde grisáceo o plateado según disponibilidad.
Nos llenamos de acebo, osmanthus, romero u otro árbol de hoja perenne según lo que podamos obtener.
Añadimos las piñas grandes, para fijar con los retenedores de floristería al suelo de las macetas.
Para terminar, elegimos unas bolas rojas, de plástico ligero para que no se rompan al caer, para colocarlas sobre la vegetación: las unimos a los topes de floristería que fijaremos en el suelo de las macetas (ver foto abajo).
Cuelga la composición
La parte más difícil es la correcta colocación de la canasta. Levantamos las cadenas que hemos mantenido dobladas sobre la mesa. El funcionamiento es menos sencillo de lo que crees y nos obligará a reposicionar algunos elementos en relación a la dirección de las cadenas.
Colgamos la cesta, después de haber estirado todos los eslabones de la cadena, y esperamos a que termine de girar. En función de la posición adoptada, podemos invertir el gancho en su punto de fijación a la estructura elegida.
Quienes lo cuelgan muy alto, para hacer más visible la composición, pueden acortar la cadena trasera, de modo que se incline un poco el cesto, enganchando tres eslabones con un aro de floristería.