La decisión de adoptar o comprar un perro debe tomarse no para regalar un juguete al niño o en respuesta a su insistencia, sino por una convicción real de todos los miembros de la familia : debe ser una elección concienzuda darle un hogar y una familia al niño. animal y al mismo tiempo proporcionar una experiencia especial para el niño.
Un perro joven o adulto
Si decides traer un cachorro a casa, es más fácil porque es posible educarlo desde temprana edad en presencia de niños; Sin embargo, es necesario considerar el tiempo que habrá que dedicar a la educación del perro que, al ser pequeño, necesitará más atención que un adulto. Un perro adulto , por otro lado, puede que ya esté acostumbrado a estar solo y no sucio en la casa: sin embargo, el hecho es (especialmente si no conoce su historia pasada) que puede que nunca haya estado acostumbrado a la presencia de niños en el período de socialización. (dentro de los primeros tres meses de vida) y por lo tanto ser agresivo con ellos. Quién no es un experto y debe elegirPor tanto, conviene optar por un animal de pequeño tamaño , de carácter dócil (por ejemplo, perros de caza, labradores, etc.) y tal vez hembra, más gentil, tolerante y menos propenso a comportamientos agresivos.
Las reglas a respetar
Una vez que se haya tomado la decisión de traer un perro a la familia , será necesario enseñar al niño algunas reglas, preferiblemente antes de que llegue la mascota o inmediatamente:
- el niño debe respetar al perro y su territorio (perrera u otro), no debe fastidiarlo ni tratarlo como un peluche, aunque sea por un exceso de efusiones afectivas: de hecho, el perro puede no comprender ciertos movimientos bruscos o demasiado bruscos del niño y asustarse o tiene reacciones repentinas.
- En este sentido, es bueno dejar que el niño aprenda la forma correcta de acercarse y relacionarse con los perros (preferiblemente también experimentando con otros animales antes de la llegada de su perro a la familia): mantener la calma, acariciarlos debajo del hocico y nunca en la cabeza, no haga movimientos bruscos y bruscos, no grite, no lo mire directamente a los ojos y, si el perro está tenso o nervioso, congele, agáchese. Sin embargo, estas reglas también serán de utilidad para que el niño sepa comportarse frente a perros desconocidos.
- En casa, enséñele al niño a no molestar al perro en determinados momentos del día, por ejemplo, mientras duerme o durante la comida, para no provocar reacciones agresivas.
- Durante los primeros encuentros entre el perro y el niño es bueno que siempre haya presencia del adulto , tanto para evitar que el niño escupiera al animal como para las reacciones bruscas de este último. Para fomentar la relación positiva entre los dos, puede ser útil que el niño le dé al perro un bocado de su comida.
- Si el niño ya tiene cierta edad, es recomendable enseñarle a darle al perro algunas órdenes sencillas: por ejemplo, hacer que se siente antes de darle el premio. De esta forma el animal entenderá que el niño tiene una posición jerárquica superior a la suya y que debe respetarlo y obedecerlo sin vencerlo.