Aquí hay un fertilizante orgánico completamente vegetal: altramuces picados. El altramuz es una planta de la familia de las leguminosas, al picarla se obtiene un fertilizante, debido a la cantidad de nitrógeno que contiene el altramuz.
El altramuz es una planta que crece en la cuenca mediterránea y al igual que otras leguminosas es capaz de fijar el nitrógeno presente en el aire en estado gaseoso en el suelo, por lo que se utiliza como abono verde así como fertilizante al picar las semillas. También puedes optar por cultivar este arbusto, tema detallado en el texto sobre el cultivo de altramuces.
Sin embargo, para que este fertilizante sea adecuado para un huerto orgánico, debemos tener cuidado en la compra de altramuces orgánicos molidos, si la leguminosa no ha sido cultivada orgánicamente, de hecho, se pueden haber utilizado productos químicos como herbicidas y pesticidas, esparciendo el fertilizante también los traemos de regreso en nuestro cultivos.
Cuándo usar altramuces como fertilizante
Los altramuces molidos son un fertilizante especialmente indicado para plantas acidófilas, es decir, aquellas que requieren un pH bajo del suelo, por ello las legumbres picadas son una fertilización óptima para los cítricos, así como para algunas plantas ornamentales (hortensias, geranios, camelias, azaleas, …) y algunas frutas pequeñas como los arándanos.
A diferencia del estiércol y el estiércol, es un abono inodoro y por ello en las huertas del balcón y en pequeños cultivos urbanos se prefiere al abono animal como abono.
El lupino es un fertilizante de liberación lenta, por lo que no teme ser arrastrado por las lluvias de otoño y primavera, por eso es excelente para enterrar al inicio del cultivo, al momento de preparar el suelo que luego se cultivará en primavera. El aporte de altramuces picados también tiene una función de enmienda del suelo, además del aporte de nitrógeno mejora las características físicas del suelo, como sucede cuando se le agrega algo orgánico al suelo.
Uso y dosificación
El enterramiento del abono orgánico debe ser superficial, sin profundizar demasiado donde no existen los microorganismos adecuados que permitan procesar la leguminosa con relativa rapidez y ponerla inmediatamente a disposición de las plantas. Después de esparcir el producto, es recomendable mojar el suelo para acelerar el proceso.
La dosificación depende obviamente del producto adquirido, generalmente se calcula un kilo de altramuces picados por cada 10 metros cuadrados de huerta, mientras que en una olla bastante grande se ponen alrededor de 50 gramos al año. En la etiqueta del producto, sin embargo, encontrará las dosis indicadas con mayor precisión para el fertilizante orgánico que va a comprar. El fertilizante de lupino molido se encuentra fácilmente en centros de jardinería o centros agrícolas.