La solarización consiste en provocar un fuerte calor en el suelo, aprovechando el calor solar, sirve para esterilizar el suelo a cultivar, eliminando insectos y parásitos, pero también semillas de malas hierbas y muchas esporas de hongos que traen enfermedades a las plantas.
El suelo se puede solarizar en los meses calurosos, generalmente junio, julio y agosto, y se debe extender una lámina de plástico transparente sobre el suelo de regadío y generalmente también se excava. La lámina debe ser enterrada a lo largo de todos los bordes para no dejar transpirar el aire, generalmente se deja dos meses, para que el calor generado sea capaz de eliminar esporas y parásitos.
En las zonas mediterráneas donde hay un clima cálido, este método alcanza los 50-60 grados bajo el paño y la solarización puede ser un buen método para limpiar la tierra a cultivar.
Esta técnica es eficaz para la esterilización y perfectamente permitida en la agricultura ecológica, sin embargo, se debe considerar que el calor de la solarización mata tanto a los microorganismos negativos como a los positivos, por lo que no siempre es una buena idea y puede bajar la fertilidad del suelo y arruinar el equilibrio biológico del jardín.
La solarización del terreno en 5 sencillos pasos:
- Excave el suelo para solarizarlo.
- Humedece bien el suelo.
- Extienda el paño bien estirado por todo el terreno sobre el que desea realizar la solarización.
- Enterrar con cuidado los bordes de la hoja cubriéndolos con tierra.
- Dejar la toalla 2 meses (meses de verano cuando hay sol y calor).