Aislamiento del ático, para ambientes secos y saludables.

Los materiales naturales como el corcho, la lana de vidrio y la fibra de celulosa te permiten aumentar la comodidad tanto en verano como en invierno.

Los materiales naturales como el corcho, la lana de vidrio y la fibra de celulosa te permiten aumentar la comodidad tanto en verano como en invierno.

El aislamiento del ático reduce la pérdida de calor y el desperdicio de energía, mejora el confort del último piso (en el caso de pisos que no se utilizan como vivienda) y mejora la casa desde el punto de vista energético, aumentando así el valor de la propiedad.

Entre los productos disponibles, la elección debe hacerse evaluando las características de aislamiento térmico y transpirabilidad, con el fin de prever y gestionar mejor cualquier estancamiento de humedad con la consiguiente formación de moho. También deben tenerse en cuenta otras características como la compatibilidad medioambiental y la no toxicidad de los materiales. Entre los más utilizados se encuentran la madera, corcho, lana de vidrio, lana de roca, vidrio celular, fibra cerámica, poliuretano, poliestireno, poliestireno y fibra de celulosa.

En el caso de áticos destinados a uso residencial, es importante que la intervención no reduzca significativamente las alturas disponibles. En este caso, se debe elegir el material capaz de garantizar el menor espesor posible.

Áticos deshabitados

El calor tiende a subir hacia arriba y, si no hay barrera en la losa, parte de él se dispersa por el ático sin calefacción. Esto conduce a una disminución en la eficiencia del sistema de calefacción que debe "trabajar" más para mantener la temperatura óptima dentro de las instalaciones. Gracias al aislamiento térmico del piso del ático, es posible reducir los puentes térmicos que se producen en el piso superior habitado . Los materiales más habituales para este tipo de intervenciones son el poliestireno expandido extruido XPS, el poliestireno expandido sinterizado EPS y la fibra de celulosa acoplada con paneles rígidos de madera.

Cuando el ático no es transitable, de difícil acceso o poco utilizado, el aislamiento del ático se realiza colocando rollos de diferentes materiales sobre la solera: lana de roca, lana de vidrio (que combina aislamiento térmico con aislamiento acústico), lana de oveja, algodón o materiales reflectantes del calor multicapa .

Áticos habitados

En el caso de áticos habitados y áticos, se debe aplicar aislamiento térmico al techo inclinado. Durante la fase de reforma, la intervención se suele realizar desde el interior, bajo la viga de cubierta. En la construcción, por otro lado, es posible utilizar paneles aislantes especiales, para ser aplicados directamente a las tiras de soporte del techo. La intervención tiene un doble propósito: en invierno dificulta la dispersión del calor del local mientras que en verano crea una barrera al paso del calor del exterior al interior de la vivienda.

La elección de materiales a utilizar varía según las dimensiones internas del local, su uso tras la intervención y el tipo de cubierta existente. Entre los materiales más utilizados se encuentran los paneles rígidos en poliestireno expandido sinterizado EPS o en poliestireno expandido extruido XPS, paneles semirrígidos en fibra de madera, rollos blandos en lana de roca, lana de vidrio o material multicapa reflectante del calor, el poliuretano proyectado y la fibra de celulosa soplada.