Contenido procesado
- Las adelfas
- Las rosas arrugadas
- Aromático
- El mirto
- La buganvilla
- En cajas ancladas a las barandillas
- Las bulbosas de verano
Las peculiaridades del clima marino hacen que el cultivo de algunas plantas sea más exigente en este contexto, teniendo en cuenta los diversos factores que inciden en el medio ambiente: la salinidad que aporta la ventilación continua, una mayor tasa de humedad, un clima menos frío pero más tórrido en verano. y un impacto más violento de los rayos ultravioleta durante el verano.
Por tanto, si se quiere crear una terraza fragante, con colores vivos y ordenada, la elección debe recaer en las esencias que caracterizan el matorral mediterráneo, aquellas que se adaptan perfectamente a estas condiciones climáticas.
1. Adelfa 2. Lavanda 3. Hierbas aromáticas 4. Mirto 5. Pelargonium
Las adelfas
Nerium oleander en macetas en la terraza puede crear una barrera contra el viento eficaz; vive y prospera sin miedo a la luz solar directa, siempre que no falte el riego adecuado. Las adelfas son plantas que se caracterizan por una alta rusticidad y deben ser podadas porque en maceta se desarrollan muy rápidamente; pero pueden resistir de una temporada a otra y prosperar nuevamente.
Las rosas arrugadas
Tan hermosa como todas las rosas pero mucho más rústica. También están indicadas como plantas extremadamente resistentes, tanto al mal tiempo como a los agentes atmosféricos. También pueden vivir bien en macetas si se colocan en un recipiente lo suficientemente grande como para albergar su vigoroso sistema de raíces, y si se plantan en un suelo bien trabajado con un sustrato de abono y suelo de hojas.
Aromático
Combinan los colores de otras plantas con aromas intensos que, mezclados con el aire salobre, otorgan intensas emociones cromáticas y olfativas.
La lavanda es una planta típica del matorral mediterráneo, muy resistente al calor abrasador. Le gustan las exposiciones a pleno sol pero con buena ventilación.
El romero y todas las hierbas aromáticas crecen muy bien en ambientes marinos, dando aromas y flores que no llegan a otras zonas con un clima menos templado.
El mirto
No debe pasarse por alto la elección del mirto que, aunque de origen arbustivo, también se puede cultivar en macetas o cajas: como la lavanda, le encantan los lugares soleados, pero a diferencia de ésta, prefiere los lugares resguardados de corrientes de aire.
La buganvilla
Una visita obligada para una terraza es la buganvilla enana. Los colores de sus flores no se ven afectados por los rayos directos, al contrario se benefician de ella, siempre que el riego sea abundante.
En cajas ancladas a las barandillas
Para complementar las plantas de las grandes macetas apoyadas en el suelo, las clásicas flores de temporada, como geranios de muchos colores, petunias y surfinias que, en cuanto a colores frescos y veraniegos, son inmejorables.
Los pelargonios prosperan en ambientes marinos, comenzando por la variedad zonal de Pelargonium (la más extendida con la hoja cubierta por un grueso plumón), hasta la fragante hoja Pelargonium, todavía poco extendida pero de gran sensualidad.
La surfinie y las petunias son fáciles de cultivar y de gran impacto; las macetas deben mantenerse bien rociadas con riego constante a realizar por la tarde y por la mañana, cuidando de no mojar las hojas.
Las bulbosas de floración estival, como azucenas, agapantes, alcatraces, canna indica, hemerocallis, alstromeria y muchas otras, son ejemplares muy versátiles, pues a pesar de las diferencias climáticas entre la zona mediterránea y las localidades del norte, tienen un desarrollo exuberante. Su floración se prolonga en verano, cubriendo el vacío que dejan las plantas bulbosas de primavera o las perennes que se han ido a descansar a finales de primavera . Son aptas a elegir para quienes quieren tener una segunda floración en la casa junto al mar ya que resisten bien incluso a la salinidad. De hecho, a la hora de elegir jarrones junto al mar, debes tener cuidado de comprar plantas que toleren la presencia de sal no solo en el aire sino también en el suelo.Por suelo salado entendemos aquel cuya concentración es superior al 1% que para algunas plantas resulta tóxico.