Las placas de inducción cocinan sin calor y funcionan con corriente. De hecho, transmiten el calor directamente al fondo de la olla sin ninguna dispersión. La inducción se calienta muy rápido : poco más de seis u ocho minutos son suficientes para llevar dos litros de agua a 90 ° C, y además, solo se calienta la olla y no la placa, eliminando el riesgo de quemaduras.
Sin embargo, para utilizar este tipo de encimera en la cocina, se requieren ollas adecuadas , con una base rica en material ferroso; los de cobre o aluminio, por ejemplo, no son buenos.
Las placas de inducción son ideales, por ejemplo, para empotrar incluso en la parte superior de una isla o península porque, gracias al funcionamiento eléctrico, se evita tener que llevar el gas al centro de la estancia, limitando el trabajo. Entre las ventajas, también aquella para la que con estos modelos la campana extractora es recomendable pero no obligatoria, hecho destacable en aquellas reformas donde no hay humos por donde trasladar los productos de combustión en el techo.
La encimera Diamond Baraldi es un modelo de inducción con campana integrada, que se abre por completo de forma muy sencilla para facilitar al máximo la limpieza. También ocupa muy poco espacio y es fácil de instalar. En la práctica es un dos en uno, que ahorra espacio, ya que la extracción está integrada en un solo producto: en los laterales de la encimera hay dos rendijas que permiten captar los humos, vapores y olores que se liberan durante la preparación de los platos. La campana funciona mediante seis niveles de regulación del motor con posibilidad de temporizador.
1. La campana extractora Oceano, coll. E.ion® System de Falmec con ionización bipolar controlada elimina los olores hasta en un 95%. Medida L 180 x P 60 cm. Precio 5.176 euros.
2. La placa de inducción Franke Mythos FMY 905 HE tiene una superficie de extracción de humos integrada en el centro . Precio 2.366,80 €, compuesto por dos elementos de L 38 cm; precio sistema de aspiración central 1.183,40 euros.