La siembra al voleo es la más rápida: sin tomar medidas ni trazar surcos, basta con tirar las semillas al suelo, con la mano abierta con el típico gesto de la tradición campesina. Este método obviamente ahorra tiempo y le permite cubrir el suelo de manera uniforme, pero no es adecuado para todos los cultivos. Averigüemos qué ventajas y desventajas conlleva este tipo de siembra y cómo hacerlo mejor.
Radiodifusión: pros y contras
La ventaja obvia de la siembra al voleo es la rapidez: ahorra el trabajo de hacer hileras, sin embargo hay una serie de contraindicaciones que hacen que este método no sea muy utilizado en el jardín.
El primer problema con la siembra al voleo es no poder decidir la distancia entre las plantas, que depende de dónde caen las semillas y generalmente resulta en plántulas bastante densas. Por eso es un método apto para plantas pequeñas (como ensaladas o rábanos) pero no es recomendable para verduras de mayor tamaño (como col, tomates, pimientos, berenjenas, calabazas, calabacines, …).
En segundo lugar, si no hay hileras ordenadas, será más difícil llevar a cabo una serie de operaciones de cultivo muy importantes para el jardín: controlar las malezas, organizar el riego por goteo, recoger las plántulas. Por ello, quienes piensan en mantener el jardín muy preciso generalmente evitan tirar las semillas pero prefieren trazar surcos o hacer postarelle.
Cómo transmitir
Preparación del suelo . La tierra debe prepararse para la siembra con excavación y azadón, que luego debe refinarse y nivelarse con un rastrillo de hierro. El semillero es, por tanto, plano y fino, sin piedras grandes ni raíces de malas hierbas.
El lanzamiento de las semillas. Las semillas deben tirarse en pequeños puñados, abriendo la mano con un amplio gesto del brazo, para que caigan lo más esparcidas y uniformes posible. Es un gesto muy simple y antiguo, se aprende tratando de hacerlo bien.
Deja los pasillos. Aunque se utilice siembra al voleo, es recomendable delimitar la zona a cultivar y estudiar las pasarelas para poder llegar a todos los puntos de la zona sin tener que caminar sobre la parte sembrada. Por este motivo es recomendable no construir parcelas de más de dos metros de ancho y dejar libres pasarelas de unos 50 centímetros de ancho. Si siembra para abono verde, por supuesto, el asunto no es válido.
Enterrar las semillas . En teoría, las semillas deben enterrarse para tener una mejor oportunidad de crecer, generalmente se siembran semillas muy pequeñas en extensiones para las cuales solo un velo de tierra es suficiente para cubrir. Puede esparcir la tierra sobre las semillas o rastrillar ligeramente para mezclar tierra y semillas, teniendo cuidado de no crear montones, arruinando la uniformidad de la siembra.
Un pequeño truco . Para facilitar la distribución uniforme de las semillas, es aconsejable mezclar las semillas con una cantidad igual de arena, diluyéndolas de esta forma, facilitando la siembra al voleo.
Cuando transmitir
Recomiendo utilizar la siembra al voleo solo para determinados cultivos: corte de ensaladas, rúcula y rábanos. Para hortalizas que requieran espacio o tengan un ciclo de cultivo largo conviene invertir un poco de tiempo y sembrar en hileras.
En cambio, la radiodifusión es imprescindible para los cultivos de abono verde, que son útiles para regenerar el suelo y no están destinados a ser cosechados.