Los caracoles y los caracoles pueden ser una verdadera plaga en el jardín: estos animalitos voraces suelen estropear las plantas jóvenes, especialmente las verduras de hoja, como las ensaladas y la remolacha. Ya hemos visto en detalle la amenaza de los caracoles, ahora hablemos de una herramienta útil para contrarrestarlos: las trampas Lima Trap®.
Se trata de un dispensador para guardar el asesino de caracoles, compuesto por una bandeja cubierta por un “dosel” a modo de paraguas, la idea es tan simple como efectiva. Esta trampa evita que el producto anti-caracoles sea depositado directamente en el suelo: el objetivo es evitar su desperdicio y sobre todo asegurar que la sustancia química no entre en contacto con las verduras.
El uso de Lima Trap es muy sencillo, la trampa está formada por dos piezas entrelazadas: la bandeja donde se coloca el cebo y la marquesina que cubre y repara el producto. Estas son trampas baratas, que también puedes comprar en Amazon.
Cómo funciona Lima Trap
El caracol trabaja por atractivo: los caracoles y las babosas lo sienten y van a comérselo, muriendo después de haberlo ingerido. Por esta razón, no es necesario rodear el jardín con tiras continuas de producto: simplemente coloque pequeños montones esparcidos alrededor, los propios caracoles irán a buscarlo. El problema, sin embargo, es que con el tiempo la sustancia tiende a degradarse y penetrar en el suelo, particularmente en caso de lluvia. Cuando esto sucede, cesa el efecto contra los gasterópodos y se introduce un producto químico que contamina la tierra que cultivamos, envenenándola.
En el mercado existen diferentes tipos de cebos anti caracoles, que se pueden adquirir en cualquier centro agrícola. Algunos de estos son productos químicos nocivos, los basados en metaldehído en particular son pesticidas altamente tóxicos. También existen productos más naturales, a base de fosfato de hierro, permitidos en la agricultura ecológica, como Solabiol o Ferramol.
Las trampas Lima Trap tienen la función de evitar que el cebo contra los caracoles se disperse en el jardín, ya que gracias a la bandeja no entra en contacto con el suelo, mientras que el techo lo protege de la lluvia. Esto es esencial si se utilizan asesinos de caracoles no orgánicos para evitar que contaminen las verduras. El dosificador también es muy positivo para quienes usan productos naturales: limita significativamente sus desperdicios, con un buen ahorro en la compra.
Estos dosificadores están diseñados de forma muy práctica porque cuentan con dosel extraíble, por lo que puedes acceder fácilmente a la bandeja, además, gracias a la punta que está debajo del contenedor, se anclan firmemente en el suelo y no se vuelcan, incluso en días de viento.
Para defender el jardín de caracoles y babosas, basta con colocar algunas de estas trampas a lo largo del perímetro de los cultivos y mantenerlas llenas de cebo. Puede ver fácilmente el efecto del asesino de caracoles observando los caracoles muertos junto a la trampa. Es recomendable retirar periódicamente los cadáveres para mantenerlos limpios y evitar que los animales se intoxiquen al comerlos. De vez en cuando es obvio que es necesario renovar el cebo porque lo comen las babosas.
Con el uso de Lima Trap el pesticida químico también se podría utilizar en un jardín natural, ya que el veneno permanece en el dosificador. Sin embargo, recomiendo usar solo cebos biológicos, para no tener que preocuparse por caídas accidentales. Generalmente el producto natural cuesta más que el eslugicida tóxico, pero gracias a la protección de la trampa se usa tan poco producto que la diferencia de precio no afecta significativamente.
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