Regenere su césped en el otoño para obtener resultados en la primavera

Si el césped parece sufrir y no muy espeso, en otoño llega el momento de hacer la regeneración del césped, una operación agronómica exigente pero decisiva en la mayoría de los casos que hará que el césped vuelva hermoso, espeso y espeso, como nuevo. Sin embargo, los resultados se verán en primavera.

Si el césped parece estar sufriendo y no muy espeso, en otoño llega el momento de regenerar el césped, una operación agronómica exigente pero decisiva en la mayoría de los casos que hará que el césped sea bonito, limpio y grueso, como nuevo. Sin embargo, los resultados se verán en primavera.

Contenido procesado

  • Tres condiciones esenciales
  • Cómo proceder para la regeneración del césped.
  • El mejor momento

El césped, incluso el mejor cuidado, después de un cierto período de tiempo comienza a degradarse, mostrando un crecimiento deficiente, manchas vacías y amarillentas, y las malas hierbas se vuelven cada vez más agresivas. Estos problemas se deben a varios motivos: compactación excesiva por pisoteo sobre todo, luego acumulación de fieltro, paso de cortadoras de césped, sucesión de sequía y exceso de agua, ataques de enfermedades fúngicas, desarrollo indiscutido de malas hierbas y muchos otros.

Un remedio decisivo y definitivo es reconstituir por completo la estructura del suelo para obtener una buena aireación y restaurar el nivel de fertilidad a valores correctos. Esto significa rehacer completamente el césped, con costos considerables. No obstante, si la situación de nuestro césped no está demasiado degradada, podemos valorar la oportunidad de regenerar el césped, operación que tiene la ventaja de tener costes mucho menores y permite una buena recuperación de la vitalidad del césped.

Tres condiciones esenciales

Para poder regenerar el césped, en lugar del cambio de imagen total, deben darse tres condiciones:

  • la ausencia de malas hierbas perennes difíciles de eliminar como, por ejemplo, las malas hierbas (Cynodon dactylon)
  • la ausencia de compactación profunda vinculada a intervenciones agronómicas incorrectas antes de la siembra,
  • nivel del suelo sin huecos ni protuberancias.

Cómo proceder para la regeneración del césped.

1 - Corte el césped lo más bajo posible y recójalo. Si la hierba es alta, es recomendable hacer dos pasadas con unos días de diferencia, esto es porque en cada corte no se debe quitar el tallo más de un tercio de la altura, para no quitar demasiadas reservas y debilitar las plántulas.

2- Airear el césped, es decir, quitar el fieltro. Esta operación, definida como aflojamiento, se realiza con el aireador y ayuda a que el suelo respire mejor y por lo tanto favorece el crecimiento de las raíces, permite que el agua y el fertilizante penetren fácilmente en profundidad, permite que la semilla se haga llegar la superficie del suelo.

3- Después de la operación de remoción, aparecerá una cantidad inimaginable de material vegetal en el césped que debe eliminarse con un cuidadoso rastrillo de toda la superficie (foto n ° 5). En este punto el césped es menos compacto, con los terrones de las plántulas más evidentes, con espacios vacíos entre uno y otro.

4- Ahora tienes que volver a sembrar. Es importante utilizar un esparcidor de fertilizante para lograr la mayor uniformidad posible. A falta de este, realizar la retransmisión, realizando dos pasajes cruzados. En la práctica, se trata de esparcir semillas en nuestra alfombra; las semillas que caigan a los espacios vacíos podrán germinar y dar continuidad a la alfombra, sin dejar espacios vacíos que seguramente serán colonizados por malas hierbas.

5- Después del derrame de la semilla, se debe cubrir y fertilizar para evitar que la semilla pequeña sea devorada por hormigas o pájaros granívoros, o sea arrastrada por lluvias violentas. Se extenderá una capa de suelo ligero rico en sustancia orgánica o alternativamente un suelo formado por un 70% de arena y un 30% de turba, para asegurar una humedad más constante a las semillas y dar la protección necesaria.

6- Posteriormente se distribuirá un buen fertilizante de liberación lenta con dosis medias de nitrógeno y fósforo (que favorece el crecimiento radicular), particularmente útil en esta fase de la germinación de la semilla. También para esta operación se recomienda utilizar un esparcidor de fertilizante, para mejorar la distribución.

7- A continuación, rastrille el suelo, para distribuirlo uniformemente por toda la superficie y evitar acumulaciones excesivas que conllevarían dificultades y retrasos en la germinación.

8- Ir con un rodillo de peso medio para que la semilla se adhiera al suelo y comience los delicados procesos de germinación.

9- Riegue regular y muy rápidamente para permitir la germinación de las semillas; Es importante utilizar rompehielos para atomizar al máximo el chorro de agua y evitar los efectos erosivos y socavantes del agua. El mojado debe continuar hasta que todas las semillas hayan completado la germinación y esto puede tardar de 8 a 12 días, variando, incluso mucho, según el clima y el período de resiembra, así como la latitud en la que se opere. Después de unos 25-40 días, el césped podrá volver a caminar y estará en excelentes condiciones.

El mejor momento

Los céspedes más utilizados en climas continentales y templados, por tanto en Italia, son los "microtermos". Las principales pertenecen a los géneros Lolium, Festuca, Poa y Agrostis y se caracterizan por tener su máximo crecimiento vegetativo con temperaturas entre 18 y 25 ° C, entre abril y mayo y septiembre.

La regeneración del césped debe realizarse precisamente en estos periodos, cuando el césped está en plena vegetación y responde mejor a las intervenciones agronómicas, las temperaturas no son excesivas y las lluvias de otoño favorecen la germinación de semillas y el despertar de las plántulas estresadas por el calor del verano .

Si la regeneración se realiza durante el invierno, las heladas pueden prevenir o dañar el nacimiento y desarrollo de las plántulas jóvenes, mientras que en verano es el calor y la fuerte luz solar los que dañan las plántulas jóvenes que requerirían cantidades excesivas de agua para el riego. .