Esmaltes de uñas: cuáles elegir y qué equipo usar

Pintar es un trabajo que con un poco de destreza también se puede realizar solo, solo necesitas una noción básica. Veamos qué tipos de esmaltes y herramientas puede elegir y utilizar.

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Pintar es un trabajo que con un poco de destreza también se puede realizar solo, solo necesitas una noción básica. Veamos qué tipos de esmaltes y herramientas puede elegir y utilizar.

Más correctamente, los esmaltes deberían llamarse pinturas de esmalte. Perfectamente opacos, son adecuados para pintar cualquier tipo de superficie: una forma práctica y económica de renovar el aspecto de la casa con simples intervenciones específicas. Duran mucho tiempo, no se ensucian, son fáciles de mantener, tienen una acción protectora y son capaces de resistir incluso las tensiones externas. Independientemente del uso específico para el que estén formulados, se dividen en dos categorías: disolvente y agua .
En algunos casos son intercambiables, en otros deben elegirse según el trabajo a realizar.

Los esmaltes a base de solventes se diluyen con productos químicos, como aguarrás. Se prefieren para trabajos exteriores, donde se desea un acabado espejo; o pintar hierro en mal estado sin tener que recurrir a tratamientos preventivos particulares ni al uso de materiales base.

  • Ventajas Mucho más brillantes que las a base de agua, parecen brillantes y reflectantes. Tienen un alto poder cubriente y, aunque se sequen lentamente, una vez secos son muy resistentes. Ofrecen un acabado duradero, no manchan y se limpian fácilmente con un paño humedecido con agua.
  • Desventajas Tienen un olor muy penetrante y persistente y liberan compuestos orgánicos volátiles (400 g / L frente a 130 g / L de un esmalte a base de agua). Por ello se recomiendan en el exterior, incluso si los productos de nueva generación tienen una formulación más tolerable. Si se utilizan en interiores, es bueno ventilar mucho y durante mucho tiempo las habitaciones. Las herramientas utilizadas para la instalación deben limpiarse con aguarrás, de lo contrario es difícil reutilizarlas.

El esmalte V33 de Leroy Merlin a base de solvente es adecuado para pisos interiores y exteriores; la lata de 0,5 litros cuesta 16,90 euros.

Los esmaltes al agua son aptos para trabajos en el interior de la casa, donde es importante limitar las emisiones de compuestos orgánicos volátiles, que pueden resultar nocivos para la salud. Sin embargo, requieren una buena preparación de la superficie. Ofrecen mejores resultados que los basados ​​en solventes en sustratos difíciles como aluminio, zinc y plástico.
  • Ventajas Prácticamente inodoros porque simplemente se diluyen con agua, no irritan las vías respiratorias. También son agradables al tacto. El mantenimiento de las herramientas es sencillo, basta con aclararlas a fondo con agua y son prácticamente nuevas, lo que permite reutilizarlas varias veces.
  • Desventajas Menos intensos que los esmaltes a base de disolvente, tienen un efecto de cobertura ligeramente menor, pero el problema se puede solucionar con una capa adicional. Son ineficaces sobre hierro oxidado sin tratamientos o imprimaciones: al poco tiempo reaparece la oxidación. Se secan rápidamente y, si no se tiene cuidado, se corre el riesgo de que quede el rastro de las pinceladas, por lo que requieren más atención en la colocación.

Para varios sustratos, el esmalte acrílico al agua Linea Blu de Tassani, en colores blanco, negro y carpeta, en lata de 0,75 litros cuesta 19,39 €.

¿Se puede aplicar un esmalte al agua sobre una superficie previamente pintada con uno a base de solvente y viceversa?
Sí, en ambos casos no hay problema y ni siquiera es imprescindible ningún tratamiento preparatorio.

Con los vidriados también es posible obtener efectos decorativos particulares, como vidriado y espátula. También son aptas para reproducir el efecto hormigón en el suelo y crear una superficie continua que da profundidad a las estancias.

El equipo para pintar con esmaltes.

Tradicionalmente los esmaltes se aplican con brocha ; alternativamente, el rodillo se puede utilizar para grandes superficies . Para algunos productos, pero debe especificarse en la etiqueta, también es posible utilizar la pistola pulverizadora .

El uso del cepillo puede parecer más largo, más exigente e incluso un poco anticuado; en cambio, es más fácil, especialmente para aquellos que prueban suerte por primera vez . El uso de la pistola, que está equipada con un compresor, no está al alcance de todos, porque para obtener un resultado uniforme, la presión sobre el dispositivo debe estar bien dosificada. El carrete representa un término medio.

Cerdas derechas

Para obtener un buen resultado, es fundamental elegir un cepillo de calidad, con cerdas suaves y compactas. De lo contrario existe el riesgo de que algunos se desprendan y se adhieran a la superficie arruinando el trabajo. Además, hay que recordar que para cada producto hay un cepillo especial: en el caso de un esmalte al agua, mejores modelos con cerdas sintéticas, mientras que para aquellos con cerdas naturales solventes están indicados.

¿Grande o pequeño?

Depende de la superficie a tratar. En cualquier caso, los de menores dimensiones permiten un mayor grado de precisión; a veces incluso con un ahorro de tiempo.

Trucos básicos para hacer un trabajo a la perfección
  • Sumerja solo la punta. Nunca sumerja la brocha completamente en el frasco: si absorbe demasiada pintura, esparcirla se vuelve muy difícil, con el riesgo de crear una cobertura gruesa. El consejo es sumergir las cerdas aproximadamente 1/4 o 1/5 del cepillo, dependiendo de su longitud.
  • No descargue el cepillo. A veces es casi instintivo pasarlo cargado de esmalte por el borde del frasco, para que gotee un poco de pintura. Debe evitarse: cuando se presionan las cerdas empapadas, provocan un efecto de esponja, absorben el aire que retiene el esmalte. Así, la pincelada está llena de burbujas que, una vez secadas, desaparecen con dificultad, comprometiendo el brillo del acabado. Sin embargo, si el cepillo parece demasiado cargado, déjelo escurrir naturalmente, levantándolo por encima del frasco. Lo importante
    es no ejercer ningún tipo de presión.
  • En un solo verso. También en este caso es natural esparcir el color en todas direcciones, porque tienes la sensación de cubrir mejor la superficie.
    Pero es un error. La pincelada debe darse siempre en un solo sentido, horizontal o vertical, según el objeto a pintar.